martes, 12 de abril de 2011

¡Feliz cumpleaños!

Hoy cumplo años. Curiosamente, los cumplo lejos de todos y de casi todo. Podría decirse, por tanto, que es un extraño cumpleaños. Sin embargo, yo no lo veo así.
Los cumpleaños son como la línea de meta de un circuito. Cada vez que celebras uno, tienes una vuelta más. Pero hay algo que hace especial a ese figurado circuito: en cada vuelta y a pesar de que todas duran lo mismo, el recorrido es diferente. Cambian las experiencias, los sentimientos, los recuerdos. Tras cada cumpleaños empezamos una nueva vuelta que, la hagamos como la hagamos, durará siempre un año.
Por eso, para mí, el cumpleaños es lo de menos. Lo que me importa es la vuelta. La que acabo y la que empiezo. Y, tal vez por vivir intensamente las vueltas y no los pasos por meta, es por lo que no siento mi edad con exactitud. Sinceramente, si no fuera por el cuentavueltas no sabría los años que tengo. ¿Tú sí?

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