lunes, 2 de mayo de 2011

Dudas en el límite

Hoy es un día especial. Especial por lo que ha pasado: un gobierno ha matado al líder de una organización terrorista que en su día asesinó a varios miles de compatriotas. No me gusta escribir sobre la actualidad, por eso mi idea era hacerlo sobre otras cosas. Sin embargo, relacionado con esta noticia hay algo que he sentido y que considero interesante o, al menos, curioso.
Al enterarme de lo sucedido he empezado a leer opiniones al respecto. En ellas, como suele suceder, hay dos posturas opuestas: una a favor del gobierno ejecutor y otra en contra. Es decir, las personas -algunas contaminadas ideológicamente y otras no (tal vez todas lo estemos, no lo sé)- se plantean si se puede hacer una cosa así, si es legal o no lo es.
Mi primera reacción al conocer la noticia fue posicionarme defendiendo la legalidad del acto, escandalizado por los que opinaban diferente. "¿Cómo es posible que alguien dude de que lo sucedido es bueno?", pensaba. Durante un buen rato me encerré en lo que para mí era una verdad absoluta y no podía admitir opiniones adversas, pues las consideraba estúpidas. Es lo que yo llamo -porque verdaderamente lo es- una reacción de la amígdala que tengo situada, como todo el mundo, en el lóbulo temporal de mi cerebro y que participa en la gestión de mis emociones y mis sentimientos. Esta estructura cerebral es evolutivamente muy antigua y en su día -hoy también- tuvo mucha utilidad: nos advertía del peligro.
Tras esos minutos de euforia y reafirmación, una idea vino a mi cabeza: ¿qué pasaría si los seres humanos dejásemos de dudar o de preguntarnos sobre dónde está el límite de lo permisible? Mi respuesta, no sé si correcta o no, fue inmediata: si no revisamos constantemente donde está el límite, cada día lo desplazaríamos de forma inconsciente un par de metros hacia atrás y en unos cuantos años lo permisible sería mucho más y así hasta el infinito. Por tanto, ¿es bueno dudar siempre sobre lo que sucede cerca del límite? Creo que sí, pero más lo es saber resolver en cada caso esas dudas de forma coherente y razonada.

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